Es cierto, hace tiempo que no escribo; si lo hago ahora tal vez no tenga mucho sentido, dado que los pocos seguidores, si los hubo, probablemente se habrán perdido durante mi ausencia. Mas no creo prudente reparar en suposiciones pesimistas tras el episodio funesto que recién me ha ocurrido. Mi disco duro, mi preciado disco duro de medio terabait con cuanta conexión habida y por haber - y que tal vez nunca usaría, y que, ciertamente, ahora nunca usaré - ha muerto.
Mientras escucho el sonido del roto tic-tac que produce la aguja del inservible artefacto, pienso en la súbita y grosera forma en que la gravedad arrebató mi colección entera de música bajada a través de los años, las únicas copias de los primeros frutos de mi verde vida laboral, trabajos escolares que había venido juntando desde la prepa, mis primeras animaciones, videos, fotografías... programas de computadora, trabajos en proceso, documentos varios y hasta un respaldo de la compu de Ivonne (espero no la hayas formateado todavía).
Reside una pequeñísima parte de mi consuelo en la lejana posibilidad de recuperar los archivos perdidos, mientras que el resto lo encuentro en pensar que lo que se fue sigue existiendo en mi cabeza, y que, como buen ser humano inconforme y en eterna evolución, todo lo que hube hecho, podría hacerlo de nuevo y esta vez mejor... Pero no lo haré. No veo el sentido de re-andar un camino que pasé hace tiempo ya.
Que de la muerte de mi disco duro surja una nueva era de renovación total (y que la repetición se dé sólo con la poca música que tenía fuera de mi disco y que ahora tendré que escuchar una y otra vez por falta de variedad).
Adiós, disco duro... adiós.
20.10.09
16.7.09
José Saramago tiene un blog

Mi emoción vendría de mi reciente sumergimiento en su novela "El Evangelio según Jesucristo" - ampliamente recomendada - y podría ser bien comprendida (o eso creo) por aquellos que conozcan la hábil pluma de este portugués. Quienes no, seguramente lo habrán escuchado nombrar, ya que su "Ensayo sobre la Lucidez" recibió hartas menciones en la campaña del Voto en Blanco, en este pasado - y ahora tan aparentemente lejano - periodo preelectoral.
En cualquiera de los casos, y así sea en papel o en pantalla, no dejen de leerlo.
14.7.09
El libro de caras

Al principio, la idea detrás del proyecto "Facebook" parecía maravillosa: acercar a la gente que, ahora distanciada gracias al modo en que el planeta ha evolucionado, podrá volver a estar en contacto con sus seres queridos gracias a la novel capacidad de compartir fotos a distancia de una manera más eficiente, escribir cosas en las "paredes" de los demás, y hacer una cantidad impresionante de chucherías que, a ojos apáticos , serían nada más que una perdedera de tiempo. Eso, y que además llegó a mí en una etapa se distanciamiento natural: la universidad.
Ayer mismo quedé maravillado con la velocidad en que fue comentada una foto viejita que subí para mi mamá, pues en el momento en que entré al a.k.a. "Msn" (otra "bendición" tecnológica) para indicarle que ya podía verla, me topé con las palabras de una amiga que hubo accedido a ella en esa brevísima cantidad de tiempo.
Menciono este último hecho no sólo por compartir mi impresión, sino porque el subir aquella foto fue el motivo por el que el día de hoy me decidí a mirar los "Álbums fotográficos" de varios amigos de antaño, y tuve una revelación: esta invención no estará para acercarnos, sino para hacernos sentir más separados al ver tantas fotos de tantas cosas que han ocurrido a tantos conocidos, sin haber estado nosotros ahí, y... lo que da más de qué pensar: sin una voz humana presente para compartírnoslas.
¿Qué había de malo con los álbums de cartón?
29.4.09
A bailar con la influenza!
Lectores de este blog (si es que los hay), notarán que he dejado de escribir por un buen rato. Abogaría como motivo la falta de tiempo, pero sumido en este período vacacional patrocinado por Influenza, A.C., no hay excusa, jaja.
Que si Obama vino a México y nadie sabe por qué, que si es una conspiración gubernamental para tapar la crisis y olvidarnos de la legalización de la hierba verde, que si todo es una farsa y un gran simulacro pandemónico, que si con Obrador no pasaríamos estas penurias... o que es un intento de la Tierra misma por exterminarnos, o que si viene del espacio... nada de eso sé.
Lo que sí sé, es que aparentemente es real (aunque no he tenido contacto directo con ningún enfermo), que la gran mayoría de los que se cuentan como "malitos" de esta pandemia son a) hipocondriacos o b) enfermos de otra cosa que luego, luego pensaron lo peor... y que, si el FeCal quería tapar algo, ya sea que la influenza fuera o no premeditada, le ha salido bastante bien: no hay noticiero que no pare de hablar del tema, y hasta por mensaje me han llegado al celular las noticias sin que lo pidiera.
También sé que, mientras descanso en mi tierrita colimota, donde la gente usa tapabocas aún cuando el Secretario de Salud diga que no hay nada de virus, acaban de regalarme 30 puntos finales de una materia, 30 de otra y 10 de otra más.
Y sé que, como siempre, el humor del mexicano no podía faltar, así que pa' celebrar el descansito yla calificación regalada... os dejo con... ¡La cumbia de la influenza!
Báilele compa.
Fuente: "I am Maria and I am mexican"
13.3.09
Concha!
Contrario a la creencia popular, los viernes 13 son de buena suerte para mí (en viernes 13 nací pues, ante la histeria de mi abuela materna que por poco llegaba al hospital con ajos al cuello). Curiosamente, este año, a sólo 3 meses de empezado, van ya 2 de estas fechas.
Hoy, la suerte se hizo presente. Hambriento, llegué hoy a clase e inmediatamente acudí a la chef no. 1 de todo Campus Guadalajara: la máquina dispensadora. Después de pensarlo un rato, me decidí por unas conchas Alta Fibra (mucho pan por sólo 7 pesitos). Inserto las monedas, marco unos numeritos y ¡oops!... ¡por eso no estaba seguro de escogerlas! fue lo primero que pensé cuando vi que las conchas se quedaban atoradas, pero en el ultimo instante... ¡plop! ¡plop! y dos paquetes de conchas cayeron para mi regocijo.
Una pregunta existencial llegó a mi mente: ¿habré hecho algo malo? Digo, estas maquinitas tan automatizadas como son, no tienen ningún mecanismo que acepte devoluciones. Además, de haberlas dejado ahí, alguien seguramente las habría tomado.
¿No?
Hoy, la suerte se hizo presente. Hambriento, llegué hoy a clase e inmediatamente acudí a la chef no. 1 de todo Campus Guadalajara: la máquina dispensadora. Después de pensarlo un rato, me decidí por unas conchas Alta Fibra (mucho pan por sólo 7 pesitos). Inserto las monedas, marco unos numeritos y ¡oops!... ¡por eso no estaba seguro de escogerlas! fue lo primero que pensé cuando vi que las conchas se quedaban atoradas, pero en el ultimo instante... ¡plop! ¡plop! y dos paquetes de conchas cayeron para mi regocijo.
Una pregunta existencial llegó a mi mente: ¿habré hecho algo malo? Digo, estas maquinitas tan automatizadas como son, no tienen ningún mecanismo que acepte devoluciones. Además, de haberlas dejado ahí, alguien seguramente las habría tomado.
¿No?
25.2.09
Like a virgin
Hoy fue un día de primeras veces (detengan sus cochambrosas mentes, no hay nada sexual en esto, a pesar del título): fui al cine solo por primera vez, y vi una película en 3D por primera vez. De lo primero no hay mucho que decir, me dejaron abajo por causas de fuerza mayor, y sentarse sin compañía en una butaca no es tan extraño como pensaba; pero de lo segundo...
Ayer leía este post que hablaba de cómo, particularmente en cine, "menos es más", pues el cerebro es capaz de llenar los espacios vacíos y se conecta con lo que percibe de una manera más subconsciente. Ej.: el cine sigue funcionando a 24 frames por segundo, en vez de los 60 a los que se graba la TV (léase, telenovelas). Aunque no hablaba precisamente de Coraline, uno hace la relación: la solución no está en el más, oséase, lentecitos chistosos que cansan la vista.
Sobre la peli, está increíble, ¡loca!, magia pura no sólo en pantalla, sino desde el momento de hacerla. Si les interesa saber de qué hablo, les dejo este otro artículo.
"Checa Coraline en tres de. [...] Ayer fui al cine y sentí la misma patada de mula en el pecho que sentí cuando vi los primeros flickers de Edison, los Lumière, y Pathe, fue como presenciar el nacimiento de una nueva era del celuloide."Fue la advertencia de un buen amigo (estudiante de cine, for the record), y con este mood asistí a verla. Su mismo sentimiento compartí justo al empezar la película: literalmente, una dimensión que jamás había existido en cine se desplegaba ante mis ojos. Tristemente, por ahí de la mitad de la historia, el encanto desapareció. Tanta cosa por aquí y por allá, con movimientos que a ratos se percibían muy choppy, comenzó a cansarme y a distraerme de la historia. A ratos quería quitarme los lentes y disfrutar de una película normal, pero se veía terrible. Al final, hubiera preferido verla en una sala, digamos, normal.
Ayer leía este post que hablaba de cómo, particularmente en cine, "menos es más", pues el cerebro es capaz de llenar los espacios vacíos y se conecta con lo que percibe de una manera más subconsciente. Ej.: el cine sigue funcionando a 24 frames por segundo, en vez de los 60 a los que se graba la TV (léase, telenovelas). Aunque no hablaba precisamente de Coraline, uno hace la relación: la solución no está en el más, oséase, lentecitos chistosos que cansan la vista.
Sobre la peli, está increíble, ¡loca!, magia pura no sólo en pantalla, sino desde el momento de hacerla. Si les interesa saber de qué hablo, les dejo este otro artículo.
21.2.09
Larga vida al Arte
"The world is changed. I feel it in the water. I feel it in the earth. I smell it in the air. Much that once was is lost, for none now live who remember it. It began with the forging of the Great Rings."Así como en la primera entrega del Señor de los Anillos, sucede con el tiempo en que nos está tocando vivir. Está en la naturaleza del hombre el cambio constante, por lo que podría pensarse que toda época ha provocado en aquellos que nos precedieron ese feeling de estar ante un punto y aparte histórico. Sin embargo, los cambios de ésta sí se sienten en el agua, la tierra y el aire, aunque aún no llegamos a la parte donde no queda nadie vivo que lo recuerde.
En nuestro caso, los "Anillos de Poder" con los que todo ha comenzado vendrían a ser la crisis económica, el calentamiento global; el fin del poder del más detestado gobernante en la historia de Estados Unidos, sucedido por el primer presidente de color de ésa nación; la presidencia del que "no quiere que la droga llegue a tus hijos", con la subsecuente cuasi-guerra civil de mi país... la lista de eventos relacionados sigue. Si las predicciones se cumplen, si las estrellas se alinean, estaríamos ante un cambio alla Middle Earth, donde cuando todo termine, los tiempos de Internet, automóviles y comida a domicilio serán mitología.
Tal vez sólo esté fantaseando... lo cierto es que si esto sucediera, lejos de preocuparme, me emocionaría, pues de las entrañas del hombre emergería lo mejor y lo peor de sí, con todo lo que implicaría... (arte incluído). Hablo del arte no sólo por mi relación más o menos cercana con él, sino porque en tiempos así, es crucial el papel del artista como guía para ver más alla de lo evidente y sobreponerse a las dificultades (en tiempos bonitos, el arte puede devenir palabrería, y hasta el más bueno corre el riesgo de resonar en mentes huecas y perderse). Los dejo con este gran artículo del NYT que da una visión muy cabrona del tema.
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