Supongo que a medida que avanzamos por los años, la necesidad de dejar una huella en otros que prevalezca para la posteridad - esto es, de trascender, pues - va en aumento. Yo solía ser de los que predicaban la vida serena y siempre disfrutable; lo primero porque creía que, mientras más despejada tuviéramos la cabezota, más fácilmente vendría lo segundo. Asirse a ideas (preconcebidas, sobre todo), personas o cosas y - sobre todo - planes, metas y más planes, era pues, para mi sencilla percepción, un obstáculo que hacía imposible el gozo perpetuo: ¿cómo iba alguien a disfrutar alquien el aquí-ahora, si estaba siempre pensando en estar más allá?
Tristemente, en estos pocos (pero ya alguitos) años que tengo, he caído en cuenta que la vida no siempre es así de sencilla, y que aquella joven percepción era más un anhelo de que las cosas siguieran siendo tan fáciles como en aquél entonces. Su escencia sigue siendo verdadera, claro está, pero también hay otras cuestiones, incluyendo (y aquí regreso al tema) la dichosa trascendencia... y es que más últimamente que nunca me he venido cuestionando a dónde quisiera llegar, qué cosas necesito para lograrlo... y peor aún, ¿valdrá la pena lograrlo?
Si acaso lo pensaron, no, este blog - que declaro oficialmente inaugurado - no responde a esta necesidad de trascender, sino a otra más que - espero - vaya de la mano: la de poner por escrito mis pensamientos, darles forma, verlos con esa perspectiva que sólo otorga el distanciarse y, ¿cómo no?, ponerlos a disposición del otro (oséase usted que está leyendo) en espera de una posible respuesta... pues es sólo al escribir que nos conocemos en verdad (decía un maestro) y es sólo frente al otro que somos capaces de reconocernos a nosotros mismos (decía otro más).
Si quieren conocer los vericuetos que surcan la mente de un navegante más de la vida, dénse una vueltita de vez en cuando.
5.2.09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola Oscarin, esta muy chida esta idea. Yo he estado en esta misma situacion, y ya ves que no son tantos años de diferencia verdad, jiji (23). Yo también he descubierto, tristemente, que no vivo mucho el aqui y el ahora, siempre pensando en lo que sigue. Pero también, hubo un tiempo en que me vi en la necesidad de hacerlo asi, para tener una motivación para seguir adelante, por que no hay nada peor que verte sin algo o alguien por quien salir adelante, eso obvio tiene que empezar teniendo una buena autoestima, jiji. A pesar que la vida es dificil, y con el tiempo se va complicando más, como dejar de estudiar y comenzar a trabajar, jiji, pues siempre hay momentos que por los que valen la pena seguirle dando. Suerte con este nuevo proyecto y escribile mucho ok. Bye, un abrazo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPresente. No hay más.
ResponderEliminarYo a veces me pregunto si de verdad vale la pena vivir el ahora pero siempre con el más allá latente. Recordando un poco la clase de ética del semestre pasado, si bien la logoterapia me ayudó a darle un poco más de sentido a mi vida, también logró confundirme. Logré aceptarla de cierto modo como una doctrina para percibir el mundo con más optimismo, pero me confunde el temor de vivir el más allá. Sería muy fácil si no nos aferráramos a personas, pensamientos, cosas, y simplemente hiciésemos de nuestras vidas un papalote, pero desgraciadamente es inevitable. Uno deja huella en cada minúscula partícula , en cada pequeño ser que existe en este mundo...
ResponderEliminarAnda, navegante de la vida, que si navegas en este mundo no puedes evitar quedarte con un pequeño souvenir de cada lugar, persona o cosa que conoces.
Ya, mira mi arrepentimiento. No sé que pensaba. Talvez ni siquiera pensaba.. :)
ResponderEliminar